The Vegetarian - Han Kang
Cierro el año de lecturas con dos libros que leí durante el viaje. Uno me lo compré en uno de los aeropuertos, y el otro fue uno de los regalos de aniversario que me hizo mi señor marido. Dos cosas completamente diferentes entre sí, debo decir.
Arranco con este, que es el que compré por allá. Primero me llamó la atención el nombre, en parte porque yo misma soy vegetariana y por otro lado, nunca vi novelas que traten de ese tema. Todo lo que tengo son libros de cocina, no más que eso. Otra cosa que captó mi atención fue la descripción de la historia: Una mujer que se rebela contra lo impuesto, empezando por dejar de comer carne, hasta convertirse en un árbol. UN ÁRBOL. Imposible que no quiera leerlo.
El libro empieza relatado por Mr. Cheong, el marido de Yeong-hye que es la que de a poquito se rebela. Primero cuenta que su matrimonio no es nada del otro mundo, que su esposa ni siquiera lo había impactado la primera vez que se vieron, que no tiene nada ella (ni hace nada) que a él le signifique algo especial. En resumidas cuentas, están juntos porque la «vida» así lo quiso, pero no porque un amor descomunal los haya juntado.
Un buen día despierta para encontrar a su esposa tirando toda la carne de la heladera, quien le manifiesta que tuvo un sueño (es todo lo que sabe explicar, porque aparte de todo es una mujer de poquísimas palabras) y que no va a comer carne nunca más. Pero tampoco la va a preparar para él.
Ahí comienza el conflicto del marido, y nosotros somos espectadores de lo que será ser mujer en la sociedad coreana (la escritora es coreana y sus personajes viven en ese mundo), porque el marido no entiende que su esposa deje de hacer las mismas cosas que venía haciendo. Hacerle el desayuno, plancharle la ropa, limpiar la casa. Leemos la sorpresa y la bronca de este tipo que, de pronto, se encuentra con que su esposa, esa mujer que él ya confiesa en las primeras páginas que no ama sino que simplemente está ahí, le desarma la estructura del día a día. «PERO CÓMO ESA MUJER VA A DECIDIR ALGO ASÍ SIN MÁS». Esto es lo que yo (y creo que todos) nos encontramos al principio. Esa cosa de que la mujer tiene que estar siempre disponible para el marido. Hijos no tienen, pero todo lo demás hay que hacerlo. Y eso que ella también trabaja.
Con el correr de las páginas sigue su rebeldía y empeora su salud (porque simplemente deja de ingerir todo lo que venga de un animal, pero tampoco se ocupa de buscar una buena dieta), empieza a perder peso y volverse débil. Y el marido cada vez se pone peor, hasta que decide involucrar a la familia de ella. Donde claro, nadie está de acuerdo y quieren forzarla a cambiar. A volver a lo mismo de antes.
Yo pensaba que este libro se trataba de algo loco, especialmente cuando leí la parte del árbol. Pero la verdad es que se trata de una mujer ordinaria que de repente se rebela contra todo y todos, siguiendo algo que a ella sola se le ocurrió (algo que sueña), sin importarle nadie más. Digo yo, en una sociedad como esa, donde evidentemente las mujeres están para cosas específicas, que de pronto Yeong-hye tome una decisión extraordinaria por su cuenta les rompe el esquema a todos los que la rodean. Y ella sigue con su cometido, sigue yendo para donde la lleva su corazón y sus sueños, hasta un final inevitable.
¿Me gustó el libro? Cuando lo terminé pensé que no. Ahora que lo recuerdo para escribir acá, simplemente diré que no está mal pero tampoco me pareció la quinta maravilla del universo, como vi que le pusieron por ahí. Sí, te muestra que dentro de una sociedad horrenda una persona puede levantarse y hacer lo que quiere, si tiene la fuerza necesaria, por más que nadie (o casi nadie) la acompañe. Pero no me deslumbró. Creo que yo esperaba otra cosa. Y además uno de los relatos me traumó un poco. Ella comienza a recordar cosas de su infancia de vez en cuando y una situación que involucra un perro me llegó mucho, me pegó feo. No lo leería de nuevo. No sé si recomendarlo tampoco, depende de cada uno.
Arranco con este, que es el que compré por allá. Primero me llamó la atención el nombre, en parte porque yo misma soy vegetariana y por otro lado, nunca vi novelas que traten de ese tema. Todo lo que tengo son libros de cocina, no más que eso. Otra cosa que captó mi atención fue la descripción de la historia: Una mujer que se rebela contra lo impuesto, empezando por dejar de comer carne, hasta convertirse en un árbol. UN ÁRBOL. Imposible que no quiera leerlo.
El libro empieza relatado por Mr. Cheong, el marido de Yeong-hye que es la que de a poquito se rebela. Primero cuenta que su matrimonio no es nada del otro mundo, que su esposa ni siquiera lo había impactado la primera vez que se vieron, que no tiene nada ella (ni hace nada) que a él le signifique algo especial. En resumidas cuentas, están juntos porque la «vida» así lo quiso, pero no porque un amor descomunal los haya juntado.
Un buen día despierta para encontrar a su esposa tirando toda la carne de la heladera, quien le manifiesta que tuvo un sueño (es todo lo que sabe explicar, porque aparte de todo es una mujer de poquísimas palabras) y que no va a comer carne nunca más. Pero tampoco la va a preparar para él.
Ahí comienza el conflicto del marido, y nosotros somos espectadores de lo que será ser mujer en la sociedad coreana (la escritora es coreana y sus personajes viven en ese mundo), porque el marido no entiende que su esposa deje de hacer las mismas cosas que venía haciendo. Hacerle el desayuno, plancharle la ropa, limpiar la casa. Leemos la sorpresa y la bronca de este tipo que, de pronto, se encuentra con que su esposa, esa mujer que él ya confiesa en las primeras páginas que no ama sino que simplemente está ahí, le desarma la estructura del día a día. «PERO CÓMO ESA MUJER VA A DECIDIR ALGO ASÍ SIN MÁS». Esto es lo que yo (y creo que todos) nos encontramos al principio. Esa cosa de que la mujer tiene que estar siempre disponible para el marido. Hijos no tienen, pero todo lo demás hay que hacerlo. Y eso que ella también trabaja.
Con el correr de las páginas sigue su rebeldía y empeora su salud (porque simplemente deja de ingerir todo lo que venga de un animal, pero tampoco se ocupa de buscar una buena dieta), empieza a perder peso y volverse débil. Y el marido cada vez se pone peor, hasta que decide involucrar a la familia de ella. Donde claro, nadie está de acuerdo y quieren forzarla a cambiar. A volver a lo mismo de antes.
Yo pensaba que este libro se trataba de algo loco, especialmente cuando leí la parte del árbol. Pero la verdad es que se trata de una mujer ordinaria que de repente se rebela contra todo y todos, siguiendo algo que a ella sola se le ocurrió (algo que sueña), sin importarle nadie más. Digo yo, en una sociedad como esa, donde evidentemente las mujeres están para cosas específicas, que de pronto Yeong-hye tome una decisión extraordinaria por su cuenta les rompe el esquema a todos los que la rodean. Y ella sigue con su cometido, sigue yendo para donde la lleva su corazón y sus sueños, hasta un final inevitable.
¿Me gustó el libro? Cuando lo terminé pensé que no. Ahora que lo recuerdo para escribir acá, simplemente diré que no está mal pero tampoco me pareció la quinta maravilla del universo, como vi que le pusieron por ahí. Sí, te muestra que dentro de una sociedad horrenda una persona puede levantarse y hacer lo que quiere, si tiene la fuerza necesaria, por más que nadie (o casi nadie) la acompañe. Pero no me deslumbró. Creo que yo esperaba otra cosa. Y además uno de los relatos me traumó un poco. Ella comienza a recordar cosas de su infancia de vez en cuando y una situación que involucra un perro me llegó mucho, me pegó feo. No lo leería de nuevo. No sé si recomendarlo tampoco, depende de cada uno.
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