Rescuing Riley, Saving Myself: A Man and His Dog's Struggle to Find Salvation - Zachary Anderegg y Pete Nelson
Hace mucho tiempo me topé en facebook con la historia de Zachary y Riley. Zachary, un joven de treinta y pico de años oriundo de los Estados Unidos, encontró un cachorro casi muerto de hambre en el fondo de un cañón mientras hacía escalada. Cómo llegó ahí el perro es un misterio, aunque casi seguro alguien se tomó el trabajo de dejarlo ahí, porque no presentaba heridas ni nada que hiciera pensar que se había caído. Rescató al perro con unas maniobras bastante complicadas y finalmente lo adoptó. Lo lindo de todo esto es que se tomó la libertad de escribir un libro sobre ese rescate, entre otras cosas, y llevaba mucho tiempo queriendo leerlo.
Siento que hay un antes y después en mí despues de haber leído este libro. Lo que nos encontramos en estas páginas no es solamente la historia de Zachary antes, durante y después de rescatar al perro. Gracias al rescate, Zachary experimenta un cambio en su interior, completamente positivo. Había tenido una infancia terrible, llena de maltratos, de soledad, de bullying en la escuela. Cosas que nos dejan unas marcas terribles y difíciles de olvidar. A pesar de tener una relación estable y hermosa con su esposa, tenía (aun tiene, según sus propias palabras) muchos fantasmas que lo acosan a diario.
Fue gracias a encontrarse en la situación de ver a otro ser casi rendido que pudo hallar la forma de empezar a mejorar él mismo como persona. Dicho por él mismo, él rescató al perro, y el perro lo rescató a él.
¿Por qué digo que este libro cambió algo en mi vida? Nunca me había pasado de leer la historia de alguien con tanto detalle y que se pareciera tanto a mi propia historia. Las cosas que le tocaron vivir, aunque con algunas leves diferencias, lo llevaron a tener unos problemas en su adultez que cuando los relata es como leerme a mí misma. Me pareció tan increíble, por momentos podría haberle mostrado a cualquiera partes del libro y decirle «esto mismo es lo que yo siento». Y no solo describe a la perfección sus sentimientos y pesares, sino que también relata los cambios que comenzó a experimentar a raíz de rescatar a Riley. Cómo comenzó a encontrar un poco de paz y a darle forma a todo lo malo que le sucedió para mejorar. Una persona que a pesar de contar con el amor incondicional de su pareja, tiene la mente explotada de sentimientos que no lo dejan en paz por un pasado lleno de violencia.
Lo más lindo de este libro es, por supuesto, el rescate del perrito que hoy tiene una vida hermosa junto a ellos y a su hermano perruno. Pero también es la historia de un hombre que no sabía que ese día se iba a encontrar con el empujoncito que le faltaba para comenzar la etapa de sanación. Una etapa que lleva tiempo, no es algo que se pueda dar enseguida, pero para la que a veces es difícil tomar la decisión de comenzarla.
Me gusta también que al final del libro deja unas palabras al respecto de este tema que es tan potente, el bullying (o acoso, si queremos ponerle una palabra menos extranjera). Entre otras cosas nos dice que si conocemos a alguien que lo está sufriendo, no lo dejemos pasar. En su propia historia, si alguien hubiera estado a su lado cuando le pasaban todas esas cosas, probablemente su presente habría sido distinto. Y pienso exactamente lo mismo.
Dejo una de mis partes favoritas:
¡Más que recomendable!
Siento que hay un antes y después en mí despues de haber leído este libro. Lo que nos encontramos en estas páginas no es solamente la historia de Zachary antes, durante y después de rescatar al perro. Gracias al rescate, Zachary experimenta un cambio en su interior, completamente positivo. Había tenido una infancia terrible, llena de maltratos, de soledad, de bullying en la escuela. Cosas que nos dejan unas marcas terribles y difíciles de olvidar. A pesar de tener una relación estable y hermosa con su esposa, tenía (aun tiene, según sus propias palabras) muchos fantasmas que lo acosan a diario.
Fue gracias a encontrarse en la situación de ver a otro ser casi rendido que pudo hallar la forma de empezar a mejorar él mismo como persona. Dicho por él mismo, él rescató al perro, y el perro lo rescató a él.
¿Por qué digo que este libro cambió algo en mi vida? Nunca me había pasado de leer la historia de alguien con tanto detalle y que se pareciera tanto a mi propia historia. Las cosas que le tocaron vivir, aunque con algunas leves diferencias, lo llevaron a tener unos problemas en su adultez que cuando los relata es como leerme a mí misma. Me pareció tan increíble, por momentos podría haberle mostrado a cualquiera partes del libro y decirle «esto mismo es lo que yo siento». Y no solo describe a la perfección sus sentimientos y pesares, sino que también relata los cambios que comenzó a experimentar a raíz de rescatar a Riley. Cómo comenzó a encontrar un poco de paz y a darle forma a todo lo malo que le sucedió para mejorar. Una persona que a pesar de contar con el amor incondicional de su pareja, tiene la mente explotada de sentimientos que no lo dejan en paz por un pasado lleno de violencia.
Lo más lindo de este libro es, por supuesto, el rescate del perrito que hoy tiene una vida hermosa junto a ellos y a su hermano perruno. Pero también es la historia de un hombre que no sabía que ese día se iba a encontrar con el empujoncito que le faltaba para comenzar la etapa de sanación. Una etapa que lleva tiempo, no es algo que se pueda dar enseguida, pero para la que a veces es difícil tomar la decisión de comenzarla.
Me gusta también que al final del libro deja unas palabras al respecto de este tema que es tan potente, el bullying (o acoso, si queremos ponerle una palabra menos extranjera). Entre otras cosas nos dice que si conocemos a alguien que lo está sufriendo, no lo dejemos pasar. En su propia historia, si alguien hubiera estado a su lado cuando le pasaban todas esas cosas, probablemente su presente habría sido distinto. Y pienso exactamente lo mismo.
Dejo una de mis partes favoritas:
Una parte de haber sido acosado es crecer creyendo que nunca nadie te va a amar. Es algo lógico, porque si es tan difícil simplemente ser querido, ser amado parece tan imposible e inalcanzable como caminar en la luna.
¡Más que recomendable!
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